– Mensaje profético

EL MENSAJE PROFÉTICO
Dios escogió usar el medio de la profecía para revelar su propósito al hombre en
una época en la historia de pueblo de Israel. La profecía no fue un privilegio
exclusivo de los israelitas, pero ésta era de tal cualidad espiritual y significado
permanente, que merece ser considerado como algo distintivo para el mundo hebreo cristiano.
La profecía es una clase de literatura que se caracteriza por ser revelación de Dios
que inspira al profeta para pronunciar ese mensaje con convicción fuerte. Cuando se
leen las profecías en el Antiguo Testamento, impresiona el hecho de que los profetas
sintieron una compulsión por tratar de salvar una situación crítica en su pueblo. Las
palabras que se usaron en el hebreo para designar“ profeta” llevan este sentido. La
palabra más utilizada, nabhi, pone el énfasis en el mensaje que quiere expresar el
profeta.
Los profetas fueron designados con otros nombres tales como: “atalaya”,
“hombre de Dios”, “siervo de Jehová”, “mensajero de Dios”, “intérprete” y “hombre
del Espíritu”. De allí ha venido la idea de que la profecía es el mensaje que uno habla
de parte de otro. La palabra roeh significa “ver” y lleva la idea de que el profeta ve
cosas que el hombre ordinario no puede percibir.
La palabra “profeta” en español viene del griego, combinando la palabra pro, que
significa “delante de”, y phemi, que quiere decir“ yo hablo”. Así la profecía es un
mensaje que alguien habla por otro. Los profetas sintieron que Dios les había
llamado y que les estaba dando un mensaje que ellos pronunciaban.
La profecía contenía muchos elementos; entre ellos están la clarividencia, el
éxtasis, la predicción, el patriotismo y el elemento moral.
Muchos se interesan en el aspecto de clarividencia en la profecía, porque piensan
que pueden adquirir una llave para descifrar el futuro en alguna manera especial, y
que esto les dará una ventaja sobre otras personas.
A otros les atrae la predicción porque creen que podrían saber acerca del futuro
de forma extraordinaria. Otros van por el camino del éxtasis, interesándose
especiales en esa esfera.
El enfoque principal de nuestra consideración tiene que ver con los elementos
de la predicción y la moral.
La predicción tiene más que ver con el futuro inmediato y no con un futuro
remoto o lejano. La mayoría del contenido de los mensajes de los profetas tenía que
ver con los problemas que aquejaban a la misma nación de Judá o Israel, y lo que
estaba pasando con las naciones vecinas.
Por eso es importante estudiarla historia antigua de todas estas naciones para
poderentenderbienelsignificadodelasprofecíaspronunciadasporcadaunodelos
profetas. La situación histórica variaba en el caso de cada profeta, porque vivía en
épocas distintas y las condiciones de su mundo cambiaban rápidamente.
Por ejemplo, muchas profecías predecían la destrucción de Israel y otras de Judá,
acontecimientos realizados en los años 722 y 586 a.C., respectivamente. Hay
principiosquetodavíatienenpertinenciaparanosotroshoydía,yalgunasprofecías
que aún están por cumplirse. Pero no debemos estudiar los libros proféticos con la
idea que todo se relega al futuro y que falta por cumplirse.
El aspecto moral nos llama la atención porque muchas de las profecías tenían
que ver con condiciones de índole moral. Los profetas pueden ser considerados
como preservadores de los valores morales y religiosos para el pueblo. Sus mensajes
fueron dirigidos al pueblo y a los dirigentes políticos y religiosos, y representan una
plegaria para volver a los caminos que Dios les había señalado